Fragmentos y dispersión

EL JUGLAR SE HA MARCHADO DEL REINO.

De Arturo Meza. Canción de su disco de 1992: A la siniestra del padre.


Ante la amenaza y durante el reino siniestro de la oscuridad siempre habrá un marino loco, un alucinado Quijote de triste figura, un valiente enano rey de la montaña, un elfo lleno de canciones frescas en su corazón, un dulce, sereno y rosado hobbit, claro, también un justo, honesto y sabio rey, así, como el inspirado y fiel Juglar, sin faltar el impuntual mago blanco protector y defensor del bien; todos ellos, en comunidad, arriesgando su vida en misión humana y terrestre para destruir la maldad que la oscuridad y sus nauseabundas huestes ejercen y celebran al no ser capaces de mirar de frente al cielo azul y al fuerte latido del corazón.

Así, como el juglar acepto la pesada carga y logró destruir el noveno anillo de poder y con ello extinguir el fuego del ojo escrutador, quizás se necesario apagar la falsa luz de la información que emana de los aparatos, sistemas y programas que digitalizan el discurrir de la razón y el latido del corazón, la sonrisa y la mirada y que a todos por igual sutilmente vigilan, someten y administran. Puede bien que sea la misión más terrible, pero también heroica y loable, que tú, como parte de la humanidad en esta época del tiempo computacional e informacional puedas enfrentar: acabar con el Nazgul, el dragón, de la trucada realidad y falsa verdad digital.

Ya no opongas resistencia. Súmate, si está en ti a la fuerza del juglar y ofrece tu corazón para que la vida deje de timbrar con la información y retorne a ser simple, sencilla, franca. En una palabra, arcaica y rupestre para que todo en la Tierra, alta, media y baja vuelva a florecer y los dioses, magos y hombres comunes vuelvan a vibrar con la bondad, verdad, belleza, con la libertada y la justicia. Veras que así, entonces en el reino, no extrañaremos la falsa información y cantaremos tu canción. No olvidar que mientras haya diálogo, habrá, por tanto, comunidad. https://youtu.be/2bY6p0EXH2k.


EL JUGLAR SE HA MARCHADO DEL REINO.

De Arturo Meza. Canción de su disco de 1992: A la siniestra del padre.


Ante la amenaza y durante el reino siniestro de la oscuridad siempre habrá un marino loco, un alucinado Quijote de triste figura, un valiente enano rey de la montaña, un elfo lleno de canciones frescas en su corazón, un dulce, sereno y rosado hobbit, claro, también un justo, honesto y sabio rey, así, como el inspirado y fiel Juglar, sin faltar el impuntual mago blanco protector y defensor del bien; todos ellos, en comunidad, arriesgando su vida en misión humana y terrestre para destruir la maldad que la oscuridad y sus nauseabundas huestes ejercen y celebran al no ser capaces de mirar de frente al cielo azul y al fuerte latido del corazón.



Dicen que la muerte ...

Dicen que a la muerte le llega la muerte cuando comienza a hacer cosas que los humanos hacen. Dicen que a la muerte le espanta los egoístas deseos y voluntades humanas, de ahí que ésta, juegue o le haga bromas a la vida, y, como la vida siempre se toma todo muy enserio, no puede más que desarrollarse como drama. La muerte es la sonrisa de la vida y la paz que solamente como promesa en la vida sucede. "Dicen que la muerte" una divertida y muy seria canción de Rodrigo González de 1989 y editada por el sello Pentagrama en el Disco disco "Aventuras en el DeFE" en 2013. Nunca dejes de tener presente que es la vida la que mata a la muerte y lucra con ella. La muerte es un acontecimiento natural no mata ni busca el comercio social. La vida humana suele ser cruel, despiadada, asesina, desigual y deshumanizada. La muerte es dulce, inocente, democrática y demasiado humana. Saca lo mejor de las personas, o sea, extrae lo excelente de ti. No olvides, si es que todavía tienes música fresca en tu corazón, suscribirte al Canal del Oráculo del pensamiento y la expresión.  

https://youtu.be/z_guEZPtAts


Fin a los fascismos.

No hay duda de que toda guerra civil es expresión de una razón que instrumental y estratégicamente marca profundamente la existencia de las personas; desde la niñez hasta la vejez mujeres y hombres sufren la violencia, el terror y la desventura que los fascimos imponen bélica y administrativamente sobre la sociedad. Sin embargo, dentro del espacio de miedo que las dictaduras y las armas usadas contra los hermanos y compañeros de una nación, también nacen las actitudes, voces y prácticas artísticas que buscan la liberación de aquellos sistemas sociales e ideologías que oprimen, reprimen y matan irracionalmente a los semejantes. Rosa Rosae, es una canción de José Antonio Labordeta, que junto a la mirada del cineasta Carlos Saura, pinturas de Francisco Goya, dibujos y fotografías de archivo, etc., hacen resonar un pasado que nuestra memoria no ha de olvidar para impedir que el dolor de la guerra civil vuelva a campear en hogares, calles y corazones. "Fin a los fines humanos que no nos quieren hermanos" 

https://youtu.be/5n3socEhH6s


Asumo que eres real.

Tu nombre nombra pesares, heridas y malestares: de ahí el gusto por el color negro. Te acomoda de maravilla. Como el de la Inés que lee y a la galería va ¡Aunque de rojo subido ella va! A golpe de vista y después de un tiempo de ensoñación, sin importar las evidencias de la percepción sensible, particularmente la mirada, más que la observación, me pregunto si de verdad eres real ¿O eres una Maga? de las que todos los seres humanos se enamoran al ver en ella el ideal de mujer con la que algún día, rogándole a los dioses o a la Fortuna a la vuelta de la esquina el juego de las maridas se cruzaran y ahí se detuvieran ¿Eres acaso la Maga? de quien aspirar la sutil fragancia de mandarina o azares que envuelve su ser el olfato le pide al viento de agosto trajera para no dejarlo ir ¿Eres la Maga? de quien palpar su piel de manzana y acompañarla en todos esos ríos y mares metafísicos en los que su coqueta elegancia danza efímeramente ¿O eres la Dama del Lago? que espera con toda paciencia, con toda la prudencia, pureza y nobleza el paso de Arturo para hacerle entrega de Excalibur y proteger con ello a todos los necesitados y acompañar a los valientes en montañas y bosques, laberintos y castillos en su lucha por la justicia y el amor ¿O bien, una hechicera buena eres? que con la tormenta negra de su pelo entre el fluir de datos en la red y todo el atrevimiento de la concreta y singular realidad se entregas a ser día a día ella misma en la espera o en el incremento de seguidores, que ilusoriamente con ella caminan.

Bien, asumo que eres real. Sé que eres más que la Inés, que la Maga, la Dama del Lago o la Hechicera, y también más que un Tik Tok o carátula de celular. Indefinible, pero inspiración (aspiración también) ahora eres.

Vida, amor y muerte; heridas que sobrepasan cualquier teorema geométrico, cualquier hipóstasis general y abstracta de deducción para la cura: metafísica, religiosa y científica. Sin embargo, en tu vocación o acto de fidelidad contigo misma hay inclinación hacia la donación de calma, mitigación, alivio y bienestar por los demás. Está en el fluir de tu sangre, se encuentra incrustada en tus facultades cognitivas. En tu espiritualidad se realiza de forma total la necesidad compartir, en cierto modo, antibióticos, antídotos, analgésicos y antidepresivos que actúan en el organismo y en el espíritu de quienes tienen el privilegio de escucharte, ya sea desde la amistad o desde la solicitud profesional: conoces bien lo naturaleza de los principios de placer y de realidad, lo mismo que los horizontes y dialéctica entre Eros y Thanatos. Versada eres en los asuntos de la metapsicología o psicología profunda, es decir, lo mismo que el cosmólogo, el poeta o el artista plástico, el místico o el filósofo, capaz eres de combinar, acomodar o acoplar, a partir de unos cuantos principios (generalmente una tríada, que es el estilo de la modernidad) que suponen la división, escisión, fragmentación, ruptura, etc., de la unidad y su consecuente reintegración o síntesis. Metáforas que dan estructura a las explicaciones de lo que el hombre desearía fuera la realidad. En el caso particular de la psicología profunda la idea de que la relación de los sistemas del Ello, Yo y Superyó, constituyen la estructura de la de la mente humana y su naturaleza, esto es, referencia a que hay un sistema psíquico más bien general, abstracto e intangible. Semejante al sistema formalista kantiano de la razón cognoscitiva, práctica y simbólica. Quizás también al sistema de la verdad del idealismo absoluto alemán: espíritu subjetivo, objetivo y absoluto. En fin. Estos sistemas de principios a priori, en efecto, son generales y abstractos desde lo que se intentó explicar la estructura de la realidad y la estructura de la individualidad. Tú eres real y ayudas, entre otros horizontes, a curar los malestares del alma que provienen del desamor y la soledad. Levantas al caído, reconfiguras al colapsado y pones, nuevamente, a caminar a las personas sobre el agua o la inestabilidad de la vida día a día. Otorgas sustento y sentido espiritual al espíritu de las personas. Maga y Dama del Lago eres, no hay duda. 

Puedes acceder al video en el siguiente link:

https://youtu.be/yr1_rCFWXPc


En el vaivén del mundo.

Es de sabios prestar oídos no a mí, sino ("al logos") a la palabra, y reconocer que todas las cosas son una.

(Heráclito).

El universo en general y la vida humana en particular son sorprendentes y fuentes de asombro y de cientos de preguntas que provocan angustia, caos, miedo, pero también alegría, verdad, bondad y belleza.  

Si fuera cierto que las respuestas a las cuestiones más primigenias de la existencia se formularan solamente desde los grandes relatos o discursos, o bien, desde las formas más sublimes de hablar: ciencia, poesía, religión, filosofía, luego entonces, en efecto, habría que aceptar que las respuestas se encuentran fuera del alcance de la comprensión, de cualquier ciudadano común.  Más, se da el caso, que al igual que los intelectuales, los sabios, los estetas y los científicos, las personas regulares y de a pie, también meditamos, reflexionamos y ocasionalmente especulamos al despertar, al ir por la calle, en los momentos de ocio o en la rutina del trabajo cotidiano acerca de los misterios, enigmas, secretos, verdades y sentidos de la vida. También cuestionamos ¿Quién da el ser? ¿Quién hace el estar? de la montaña, de rio, del agua, de la luz y del hombre mismo. 

Por supuesto, tenemos dudas y certezas de quiénes somos y hacia dónde vamos; nos asombramos por el pensamiento, nos maravillamos por el lenguaje y nos admiramos por nuestro ser, estar y hacer en el mundo día a día. También nos preguntamos si lo que acontece en nuestro mundo y universo está gobernado por el azar o por el destino. Por qué todo es como si nada faltara, cada cosa en su lugar y el hombre siempre desmedido pareciera que está fuera de lugar; sin embargo, el hombre es la medida de todas las cosas que son en tanto que son y no son, del orden, del cambio, de la simetría y de la desproporción. 

Cuando nos da por hallar explicaciones a las preguntas fundamentales, en ocasiones elaboramos razones del porqué de las cosas y concluimos que todo es como es porque hay una única sustancia o divinidad que afecta a la totalidad seres existentes en universo y en el modo de ser de la naturaleza, donde habita el hombre. En la antigüedad clásica griega, Heráclito indicaba que una especie de polemos, es decir, de lucha mantiene en movimiento constante y en cambio perpetúo el equilibrio del mundo.  Es el azar, o es la necesidad la razón primera que hace ser tal y como son las cosas; o son ambas, una especie de polemos, es decir, de lucha que mantiene en movimiento constante y cambio perpetuo el equilibrio del todo. 

Heráclito en la antigüedad arcaica griega indicaba que existe una harmonía oculta, que él identificaba como Logos, que regula la tendencia de los contrarios a transustanciarse; agua, fuego; tierra, aire, dulce, amargo, gozo, dolor, vida, muerte, etc., son unidades de opuestos que mantienen la tensión y proporción de las cosas en el mundo. En el vaivén, en la oscilación y agitación se sostiene el hombre. Pero, explicar tal condición no le es posible a la razón humana, siempre finita y bajo circunstancias de existencia. Decía Heráclito al respecto, los hombres "oyen sin entender y son como sordos; a ellos les va bien el dicho: "ausentes aun presentes". 

Contemporáneamente, Jacques Monod reconoce, como clave de la vida, el proceso interactuante del sistema viviente entre lo condicionado e incondicionado de las fuerzas cósmicas y tendencias de la naturaleza. De esta idea presentado por Monod en su famoso libro El azar y la necesidad habría que reconocer su aporte al explicar la realidad desde la condición circunstancial o azarosa. Por otra parte, el carácter proyectivo de los seres vivos y particularmente el del ser humano en quien una y otra condición parecen converger en el destino evolutivo de su especie: uno biológico y otro cultural.

Para acceder la presentación visual: 

https://youtu.be/R8r585JrOXI

Bibliografía.

La sabiduría presocrática (Heráclito, Parménides, Empédocles. Sarpe. Madrid 1985.

Jacques Monod. El azar y la necesidad. Tusquets. 2014. 


Descifrada ... y el tiempo pasó.

Cuando la imaginación y el entendimiento paseaban libremente detrás de la belleza; cuando salir de la escuela era un abrirse a los múltiples datos que a los sentidos llegaban y se era feliz en la bicicleta detrás del sueño, la fantasía e ilusión de que algún día la vida nos sonreiría; cuando la belleza se exhibía desinteresadamente a sabiendas de que no producía por sí misma conocimiento y consciente de que su andar público entretenía y deleitaba, además de que no se cosificaba, puesto que frente a lo bello el sujeto se agrada a sí mismo; cuando lo bello era un sentimiento autoerótico. Cuando la actitud lúdica era preludio para el conocimiento. Había inocencia y rituales.  

1. Ni acertijo ni enigma hay que no sea descifrado cuando se le pone final a la trama la certeza de que todo es como es aparece al final del atajo, incluso más allá de la mentira y de la verdad, aunque tú te vas, todavía todo viene con el sol.

2.  Cuando el tiempo era espejo en el que nos estrellamos y el reflejo no representaba dolor alguno.  Cuando tu imagen y el deseo fueron uno y la silueta de tus sueños con mi sombra al amanecer en la imaginación bailaban. Cuando tu andar inquietaba mi audición en la estación y captaba mi total atención. Cuando tus etéreas alas de colibrí eran mi libertad y el secreto de fin de semana visible quedaba. Cuando no eras un molde vacío en el acaecer plomizo del día y surcar tu espalda como la vía láctea podía o simplemente eras el universo en un verso y tus mares salados inundaba mi tranquilidad ... al suceder del tiempo y de las lágrimas de luz, de los viajes rápidos al mar con el paisaje de mariposas invernando a nuestra espalda acelerar para ganar la luna en cada curva perderme totalmente en tu manto y la promesa de mudarte al vivir detrás del espejo, era todo cierto. Hoy todo es como es. Y entre los cristales del día ya todo está menos el olvido.

3. La historia tejida en puntos finos se desenreda en mil hebras. La diáspora de recuerdos de bosques y mariposas, evocaciones mitológicas de figuras bíblicas, imágenes religiosas de contornos desnudas, metáforas poéticas sobre los barquitos de papel, alucines de universalidad de espíritus absolutos, esfuerzos argumentativos sobre realidades objetivas, fundamentaciones lógicas sobre el ser, construcciones de relatos sobre lo esencial de la existencia, la historia, la revolución o acerca de la tibieza de tu piel de manzana. Desencantadas ahora son tales vivencias ante el todo es como es.

4.  La narrativa alrededor de lo fundamental simple o compleja después de todo siempre será metafísica. Cuando la física devino en metafísica y la realidad en phatafísica hizo que lo que antes era metáfora, dialecto simple, sonoro y directo y que no requería de "análisis serio" ni de perspectiva o clave fenomenológica, hermenéutica, analítica, ni de ninguna teoría tradicional ni crítica tampoco. Lo que anteriormente se mantuvo como inexpresable a toda construcción discursiva y fuera de las luces de las proyecciones institucionales quedó enredado, también, con los discursos posmodernos que agudizaron el miedo, temor y temblor del fin de la verdad y la bondad. Te abrazaste entonces también al humo de la nada de la total simulación.

5.  Cuando todo es como es .. hoy reglamentado y orientado el tiempo del hacer y del pensar humano hacia el lucro descarado y la búsqueda de status social bajo la envoltura personalizada de la apariencia, de la seguridad, de la estabilidad tomada en la desesperación, ya ni siquiera en la locura, que un ilusionista te ofreció y te arranco de tus ideales, entonces: si todo es como es, simplemente es porque se traiciono lo que se era cuando no había arrogancia y simulación al beber el néctar de las flores y el aleteo de las alas era natural o vocativo. En la actualidad hifanizada e híbrida en el exceso de claridad ya sin los tradicionales rituales toda la realidad en su falsedad acompañada es a cada paso. Como tu andar, tu sonrisa, tu alegría que en el fondo es tristeza y tu estoicismo por seguir ahí en la comodidad recortada a tu alrededor que te priva de todo lo feliz que fuiste en tiempos de libertad... me gustaba todo de ti, menos tú. 

Pese a todo y que descifrada ahora te encuentras: ya sin secretos, misterios ni enigmas y sin las vas... aun así, sería un placer darte un beso al amanecer. Y el tiempo paso.

https://youtu.be/VGvjZjcaRXo


Transición. 


"Un cometa, por ejemplo, es la semilla de un mundo,..." (D. Hume)

Tiempos oscuros y gélidos inviernos se avecinan. El desplome de las sociedades de la información acontecerá, ya sea, por explosión o por implosión cuando los satélites artificiales que orbitan y saturan la tierra choquen entre sí y en reacción en cadena la totalidad de sistemas y redes de comunicaciones electrónicas y digitales se extingan. Los gritos de auxilio nadie lo oirá. Silencio absoluto. Extenuante y dolorosa la transición será hacia la formación e integración de comunidades presentes, o sea, reales. 

Será una pesadilla, tanto para la estructura social del mundo como para la estructura de la subjetividad; al peor de sus los sueños y al más aterrador principio de realidad tendrán los individuos y la sociedad que hacerle frente; la mayoría, es de imaginar, se perderán en el vació de la angustia al ver sus certezas como se derrumban. En la transición, los más débiles sufrirán y llorarán al experimentar el desplome de la realidad en la que nacieron y crecieron; suplicaran se les deje seguir viviendo en creencias globales, mundiales, banales y efímeras; adoptaran una actitud pasiva y de esperanza por el retorno de las ilusiones, ficciones y fake news en las que sustentaban su diaria existencia conectada a la red del ciberespacio. Muchos marcados por el resentimiento quedarán. Serán tiempos oscuros. Todos los dioses del mercado y de la red mundial de Internet se apagarán. Tristeza infinita cuando el sistema operativo se retire de la sensibilidad humana. La desilusión como tránsito.  

Por supuesto, será una historia de terror pensar la existencia fuera de la reclusión del ciberespacio y en sus diversas modalidades y seducciones en las que se mantuvo navegando y haciendo búsquedas de si hasta extraviarse por completo. Será una acción de valentía por parte del hombre contemporáneo. Requerirá enfrentar, luchar y padecer la crudeza de las formas vivas de la convivencia, la comunicación, el pensamiento y la expresión. Enfrentará situaciones de la presencia humana anteriores a las tecnologías de la comunicación e información y redes sociales, sobre todo. Requerirá no atemorizarse por el horizonte primigenio que reaparecerá y se abrirá en toda su crudeza, ambigüedad y ambivalencia ante la mirada, ahora sin interfaces ni plataformas ni programas de representación digital de las cosas. 

En la transición sucederá la revelación de que la presencia humana es efectiva, concreta y que además posee historia y narración, es decir, realidad y verdad, lo cual será todo el acontecimiento que cimbrará, asustará, angustiará y horrorizará profundamente a quienes salir y por fin se atrevan a aceptar que el ciberespacio se ha incinerado, que mirar arriba será contemplar el cielo cayendo envuelto en llamas, velozmente dirigiéndose a la superficie terrestre. Una película de miedo, para todas ellas y ellos será desprenderse de rasgos de ligereza, banalidad, superficialidad y rentabilidad con los que transitaban su día a día en las redes sociales. Comprensión de que se habitaba en la desfachatez de la simulación, en dónde lo auténtico era no tener presencia. 

El atrevimiento y la valentía para entender, durante el lapso que dure la transición, la nueva condición humana, cuando ya no haya más comunicaciones electrónicas, de un esfuerzo casi sobre humano requerirá. De lo contrario, seguramente el ser humano insistirá continuar existiendo en los tiempos blandos, limados, ligeros, superfluos y banales del tercer entorno o ciberespacio en los que se mantuvo bien acomodado. 

Pasados los miedos, temores y temblores del desplome de la era digital se abrirán nuevos horizontes, pero solamente, para quienes tengan el carácter de voltear la mirada hacia el respeto del sentido relativo y la búsqueda de la mismidad y profundidad del alma humana. Sólo quienes atentos sean a este llamado y resistan con firmeza la transición, podrán al final deleitarse de la condición arcaica y rupestre de la vida. La transición arrojará al ser humano de nuevo a esos lugares comunes en donde el ocio, el rito, la celebración, el carnaval, la fiesta, eran el ritmo de temporalidad en el que acontecía lo primordial humano, es decir, lo verdadero, bueno y bello. Se reestablecerá la sonoridad y fuerza de la palabra sin mediación de aparatos o dispositivos tecnológicos. El sol, el mar, el rostro del otro será de nuevo acariciados por la mirada y no por la lente del celular o del ordenador.

La luz del sentido franco, honesto y simple de todo lo humano y la rehabilitación de la relación armónica con la tierra, el agua, el aire y el fuego será el resultado de la transición. Días de dicha se aproximan. La escucha, la salud, el respeto, la amistad, el diálogo y la convivencia presencial serán el reino de libertad, justicia y paz para mujeres y hombres. Salir de la existencia hifanizada y simulada en la que estuvo recluida la presencia supone reivindicar, como expresa Eduardo Aute: el espejismo de querer ser uno mismo. Ese viaje hacia la nada que consiste en la certeza de encontrar en tu mirada: la belleza

Una vez que has advertido que hubo una vida radicalmente distinta o diferente a la aparente y simulada en el ciberespacio, entonces, suscríbete al Oráculo del pensamiento y la expresión y comienza a experimentar el temor, miedo, angustia y zozobra que implica el darse cuenta de que, en efecto, la presencia y el pensamiento, habitaban y se recreaban en los espacios abiertos del irreversible mundo de la vida de la calle. Vuelve a encontrarte con personas y situaciones finitas, irregulares e imperfectas precisamente porque reales son, es decir, con presencia y verdad. No ignoremos esta intuición, pues de otra forma el rojo cometa arrasará con todos nosotros. 

Para la presentación visual:

https://youtu.be/iCwtkNZ-_eI


Nuevas certezas existenciales.


En la certeza de la bruma, oleaje y tsunamis permanentes de datos que yacen en el manto del ciberespacio la presencia se desdibuja con cósmica intensidad para transfigurarse entre el tumultuoso mar electrónico de la pantalla que ata y reduce la naturaleza, la carne y los huesos a murmullos de información que contornean sitios, direcciones, páginas, etc. Representaciones binarias que descarnan de toda profundidad tanto a las cosas como a las personas, entonces a las ideas y al lenguaje, por tanto, al mito y al arte, también. 

Perfiles que seguramente en otro tiempo presencia tangible fueron. Besos reales, obsequiados o robados, que en alguna tarde cálidos y húmedos fueron, flores fragantes de rocío y de aroma que en alguna mañana sonrisas sacaron. Hoy, besos y flores que hicieron vibrar a más de un corazón se desvanecen en tamaños y colores en los emoticones que se descargan desde cualquier página de Internet. La comunicación y la convivencia recortadas a una acción económica, pragmática y electrónicamente programada con eficaces efectos terapéuticos. 

En la certeza de presencias desteñidas de toda metafísica y ahora digitalizadas, colocadas en ambientes virtuales, respaldadas por entornos que van y vienen en cruceros de simulaciones que sucumben en infinitos abismos de océanos de información o en donde todo lo que es una persona se encuentra alojado en la nube informática, cuya amplitud, extensión e intensidad son como el aliento del dragón que manda a Merlín a dormir profundamente nueve largas lunas de espera, por la sed de poder y maldad de Morgana que hurta de Merlín el lenguaje del "hacer", es decir, de crear. 

Al igual que Merlín, solamente la evocación de sentimientos cubiertos por polvo y columnas de piedra nos quedan. El aroma de los viejos tiempos con mayor frecuencia se diluye hasta esfumarse completamente. Los recuerdos también se ausentan y habitamos el puro presente, sin presencia, de las calmas y tormentas de la información. Merlín retorno, nosotros quién sabe. El sol es engullido por el universo mismo que ya es en sí un gran agujero negro. 

La certeza que hoy tenemos es que hemos dejado de construir narraciones e historias para digitalizar pasares de instantes fugaces llenos de posibilidades. El vacío, esos huecos que se hacían cada vez más extensos y en donde la existencia se abría ante el sin sentido ya no se experimenta como angustia en la medida en que se encuentra saturado. No importa que la saturación sea solamente aditiva. Acumulativa. Lo acumulativo como tal requería de ocupación en el intento de llenar huecos e imperfecciones. Eran las viejas lógicas e ilusiones propias de realidades presenciales. 

Lo que anteriormente expresábamos con crudas y desnudas palabras de tierra, fuego, aire y agua se debía a que nos encontrábamos atados a lo concreto en donde la brújula era el peso de la subjetividad, de ahí que se buscará colmar los vacíos más allá de la acumulación. Se viajaba, se volaba. Se aspiraba a la imperturbabilidad, algo así como un estado de vacío, pero colmado de espiritualidad. Entonces, había mito y se hacía poesía. La presencia era más que un dato que requería de hermenéutica y de dialéctica. Ahora, solamente lo implacable o muerto de los instantes de navegación en el ciberespacio quedan en eternos y siempre regulares días. Técnicas innobles de mercado y entumecimiento de valores, enfriamiento de las relaciones humanas al modo de las galaxias que velozmente se alejan. Largas horas vaciadas de presencias. Tediosos días. Lunas menguadas, ayeres extintos. Melancolía por lo irreversible. 

La alternativa a las certezas contemporáneas que aparece en situaciones de crisis de la realidad y de la verdad, entre la irrealidad verdadera y la verdadera realidad que adormece y desdibuja el trazo de la presencia, quizás todavía siga siendo la de tratar de querer ser uno mismo y nada más: sin temores a volver la cabeza hacia atrás y quedar atado a los pies de plomo. 

Nuevamente, otra vez, hay que preferir la volatilidad de las intuiciones y confiarse a ellas, aunque peligrosas estas sean y nos coloquen de nueva cuenta en esa realidad en la que las incertezas, los vagabundeos y las errancias eran el pan de cada día y en donde aspirábamos a verdades míticas, poéticas y hasta metafísicas. En donde, por cierto, no siempre los resultados esperados son los que llegan para alegrar la vida y darle sentido. A diferencia de las certezas de hoy en donde todo está garantizado en procesos de certificación y de transparencia, puesto que no hay nada que ocultar. Así que, la vehemencia, la pasión, la locura y la cordura, aunque estorben por estos días, siguen siendo certezas y parpadeos sigilosos que pueden retornarnos a esa realidad en donde sigamos respirando nuestro propio aire lleno de imperfecciones y proseguir pensando acartonadas regiones oscuras y escondidas del alma, del corazón y hasta de la piel si queremos aún deambular-planos, horizontes, castillos, sótanos y escaleras en caracol rumbo al sol. 

Presentación visual en: 

https://youtu.be/XbLzC7gUXq4


Ceguera de corto espacio.

Alguna vez pudiste quitarte la venda de tus ojos y ver amanecer un cielo sin piedras en tu corazón  

(Arturo Meza, relojes celestes)


La gente que "ve" miedo a la que no "ve" tiene. La gente que "sabe" temor a la que no "sabe" tiene. La gente que "va" en dirección repudio tiene a la que sin dirección "va". La gente que prisa "lleva" prejuicios tiene contra la que prisa no "lleva".

Cierto: algunas personas llegan a improvisar en afán de protagonizar y la atención llamar, pero, en general, la gente que en la acera jamás se detiene de su ceguera de corto espacio salir no quiere, perder el tiempo tampoco quiere, el día que así sucede no lo vive como extraordinario sino como contratiempo y muerte en lo ordinario.

Las personas que no "ven" por alguna razón miran mejor hacia todos lados con el corazón: hacia adentro, hacia afuera de sí mismas que la gente que si ve y que vive en el miedo, que camina como ciegos con temor a salir de sus espacios y transgredir los límites de lo permitido.

Las personas que no saben al modo de las estudiadas de muchas cosas saben mejor que las especializadas que saben bien sin conocer lo que bien han aprendido por reflejo con certeza absoluta sobre lo útil, pragmático y rentable para no salirse del carril para no bajarse de la banqueta e irse por el callejón del extravío por el túnel de lo extraordinario, por el bosque de lo maravilloso.

Las personas que en ninguna dirección en la calle van ni perdidas ni encontradas en la vida están, seres más bien son a contratiempo del ritmo del cálculo de las cosas, a contra corriente del fluir de la medida de la tradición, a contracorriente del dictado del imperio de la razón, a contracorriente del deber con el que se hacen las cosas por lo que lo irregular de sus pasos las conducen a colapsar. 

Presentación visual en:

https://youtu.be/4k-LdJvzbNg


El intermedio.

a. Cuando se habita en él entonces es estar: a mitad de las cosas ... entre el ser y el no-ser... en la apertura de la posibilidad... probabilidad pura de llegar a ser y dejar de ser... uno es tanto de un lado como para el otro... nunca se es lo que se es ni se es lo que se ha dejado de ser entre el derecho y el revés uno siempre es lo que es

b. En el intermedio para arriba o para abajo se puede ir, a la derecha o a la izquierda se puede uno girar, un paso atrás otro adelante es posible caminar, a todos lados se puede uno estirar, ni comienza ni termina, entre el cielo y la tierra, entre ningún y todo lugar, entre la nada y el todo se puede ser y no ser

c. Posición incómoda. Equilibrio. Transición. Cambio y devenir del ser al ser. Múltiples y diversas formas del ser. Dialécticas y hermenéuticas maneras de ser. Claroscuro de la realidad como auténtica naturaleza del ser. Lo que antes era impensable e imposible, lo que antes era indeseable e invalorado, lo que antes pasaba como neutral hoy contrarresta la posivitidad o negatividad a la que uno tenía que adherirse y nada más.

d. El intermedio es algo así. como que a medias es más que menos, también es menos que más ¡es cierto! pero, también es diferente al más ... es tan distinto a sí y en sí mismo, como Hemera y como Metis: deidades griegas de la transformación, potencias transfiguración, fuerzas del equilibrio y desequilibrio de los intervalos de la existencia

e. En el intermedio hay oscilación del devenir. Pausas necesarias para ir hacia allá o hacia acá. Para mirar lo que hay detrás o lo que por delante hay o esta. Estructura parecida a la vida misma,  siempre entre el nacer y el morir. Lo nuevo jamás terminado por nacer, lo viejo jamás terminado por acabar. Condición empírica del humano padecer

f. En el intermedio como eterna rueda del ser, todo se rompe o todo se concreta, acusan su fin algunas cosas encuentran otras apenas su principio. Riesgo total. Gloria cabal. Tristeza infinita. Cósmica brevedad. Esbozo concreto del poder y del querer llegar a ser

g. Intermedio, intervalo, intersticio, espacios infinitos de júbilo o de angustia de explosión y de implosión de espacio y tiempo también de auténtico encuentro de uno con los otros y de uno mismo. Zona franca rajada por la apertura para todo, opción máxima para la mismidad siempre diferente, lugar más natural del ser humano.

h. Alicia al caer en el país de los conejos gigantes, del sombrerero loco, del gato Cheshire de tan enigmática o mejor de tan cínica sonrisa, petrificada eternamente, de los soldados naipes y la reina roja, de las teteras puntuales para la pausa de la tarde del té en donde jamás faltan los reyes que son como de niños, mundo de la desproporción en donde la imaginación y el entendimiento habitan sin conflicto al mismo nivel que las emociones y las pasiones. Realidad fantástica, maravillosa, torcida, sin exceso alguno jamás dislocada hacia todas las direcciones posibles, tan épica como lírica a la vez, de tono tan irracional como tan racional.

i. Pero, luego del intermedio, de la sacudida comprensiva de los límites y posibilidades del ser inmediata a la fragmentación la sed de totalización del acontecer reaparece. La función sin pausas, sin irrupciones sin matices distintos a lo idéntico ha de continuar y con esto de regreso a la cadena de compromisos.

Cuando se abandona el "país de las maravillas" hay una regresión a los espacios construidos lugares "lógicos" y la personal experiencia en los ámbitos "propios" de la vida social y laboral de todas las actividades homogéneas se aniquila. Fuera del intermedio todo sentir, pensar y expresar se positivizan, aplanan, pulen y lijan. Todo lo distinto del ontológico intermedio modo de ser del hombre es convertido en global y mundial paradójicamente de forma unidimensional.

j. Así, entonces, ¿por qué no hacer del intermedio la zona de acuerdo? Zona de encuentro. Lugar de diálogo. ¿Qué podríamos perder en un intermedio? ¿Darnos cuenta de nuestra finitud? ¿O elevar tal finitud a una zona de infinitud? 

¡No hay razón alguna por la cual no dejarse ir, llevar o seguir por el intermedio ¡

Presentación visual en: 

https://youtu.be/6Qa6zRQ5f4Y



El Círculo de Fuego Negro 

Por mí se va hasta la ciudad doliente,  por mí se va al eterno sufrimiento, por mí se va a la gente condenada".  (Dante Alieghieri)  

  • Tres grandes escenas componen la divina Comedia: El Paraíso representa el saber y la ciencia divina. El Infierno representa al ser humano frente a sus pecados y sus funestas consecuencias. El Purgatorio, la lenta purificación de sus culpas hasta la liberación. Dante, Alighieri, poeta y escritor italiano, florentino, de entre los siglos XII y XIV, conocido por esta obra de transición del pensamiento medieval al renacentista en donde el poeta narra su viaje durante el que se encuentra con las almas más grandes y terribles personajes de la historia; es un canto a la humanidad que sólo en la fe en Dios encuentra su felicidad, pero que, se equilibra con el infierno, de tal modo que también se puede entender que el mal balance equilibradamente la vida humana. Pero, ¿Y que, tal, si en efecto es el mal el que ha triunfado desde siempre?

  • En una breve síntesis sobre el libro del infierno Dante el poeta describe que a su mediana edad se encuentra perdido en un oscuro bosque y entra en una cueva al pie del monte Sion, cerca de Jerusalén. Tres animales le salen al paso: una pantera, una loba y un león. Esto animales representan los pecados que pueden atacar al poeta. La pantera representa la lujuria y la ciudad de Florencia que lo ha exiliado. La loba es la codicia y el poder papal en Roma. El León representa la soberbia y el poder de Francia que pretendía dominar a Italia. Después se narra el descenso del autor al infierno, acompañado por el poeta latino Virgilio, a quien Dante admiraba y que, en la Edad Media, tenía una curiosa fama de mago, particularmente en Nápoles.

  • Creemos que la descripción que hace Dante del infierno se ve reflejada en la canción de Arturo Meza, El círculo de fuego. También la idea de un viaje al mundo de ultratumba en donde cada castigo que reciben las almas en el infierno es un contrapeso, una representación de la justicia. Obviamente queda de manifiesta la imaginación poética del espíritu de la época en donde ocurriendo una transición de la conciencia religiosa a la conciencia y explicaciones científicas. Dante pasa a través de la puerta del infierno, que tiene la siguiente inscripción, cuyo texto dice: «Es por mí que se va a la ciudad del llanto, es por mí que se va al dolor eterno y al lugar donde sufre la raza condenada, yo fui creado por el poder divino, la suprema sabiduría y el primer amor, y no hubo nada que existiera antes que yo, abandona la esperanza si entras aquí»

  • En la Divina Comedia, Virgilio guía a Dante por los nueve círculos del infierno que son concéntricos, representando la progresión de la gravedad del pecado castigado, y culmina en el centro de la Tierra, donde Satán es prisionero. Los pecadores de cada círculo son castigados con penas eternas de tal modo que: aquellos que se arrepintieron y oraron antes de fallecer se encuentran en el purgatorio, donde deben expiar sus culpas. En el Infierno se encuentran quienes justificaron sus pecados y no se arrepintieron.

  • En un sentido alegórico, las tres bestias representan los tres tipos de pecados: la autoindulgencia, la violencia, y la perversidad,​ lo cual es de importancia pues determina la estructura del lugar, de modo que el alto Infierno (los primeros cinco círculos) corresponden a los pecados de autoindulgencia, el sexto y el séptimo a los caracterizados por la violencia, y el octavo y el noveno a los marcados por la perversidad.
  • Las imágenes de la representación del infierno por obra de la imaginación poética del Dante Alighieri como las del Círculo de fuego negro de Arturo Meza en el fondo tienen de referencia una pregunta fundamental: la existencia del mal y si acaso, el mal es quien finalmente triunfa. La existencia del mal es el problema de la humanidad, tanto para la fe como para la razón. San Agustín planteo la cuestión con gran claridad: si Dios existe, ¿de dónde viene el mal? Si dios quiere erradicar el mal, pero no puede, es un dios impotente; si puede, pero no quiere, es un Dios maligno que se divierte atormentando a sus criaturas.
    • El mal es realidad. Ya se entienda al mal como un principio absoluto contrapuesto al bien (mal metafísico), ya como sufrimiento, dolor y muerte (mal físico) o incluso como pecado (mal moral) el problema permanece: ¿cómo es posible conciliar la realidad del mal, en cualquiera de sus formas, con la bondad de Dios? Es decir, ¿hay que admitir la existencia de dos principios de igual potencia, un Dios bueno y positivo enfrentando a otro malvado y negativo?

    • En las sociedades y religiones arcaicas politeístas la solución más frecuente es aceptar, por ejemplo, el hinduismo, la idea de dos fuerzas, Kali, la de los rasgos horripilantes, la diosa del mal cósmico, se contrapone a Shiva, formando una polaridad de potencias antagonistas, pero ambas mutuamente necesarias. Mal y bien, cielo e infierno, alma y cuerpo. En tiempos de San Agustín, una variante de este dualismo teológico era sostenida por el maniqueísmo, una religión de origen iranio fundada por el príncipe Mani. Según los maniqueos, el cosmos, la naturaleza y el alma del hombre son el campo de batalla entre dos principios divinos, cuya naturaleza y sustancias son "diferentes y adversas, pero al mismo tiempo eternas y coherentes, eternamente en lucha, pero mezcladas entre sí".

    • La resolución maniquea del problema del mal presenta dos ventajas notables. La primera consistía en que ofrecía una descripción simplificada, pero de gran sugestión: el contraste psicológico entre bondad y maldad se asumían como esquema de lectura de todo el universo. El segundo punto de fuerza residía en la heroica búsqueda de la perfecta santidad a la que eran llamados los fieles. Por supuesto, en la exigencia a evitar los pecados, y si se han cometido, entonces a purificarlos o purgarlos, es decir, sufrir una pena o aceptar el castigo. De cualquier manera, había equilibrio entre mal y bien. Entre la luz y la opacidad.

    • La pregunta es: ¿dónde se ha metido el mal, por ejemplo, en las sociedades contemporáneas en las que los principios morales y dogmáticos de la filosofía y de la religión no se asumen como hilo conductor de los comportamientos humanos? Pareciera que el mal se ha vuelto transparente, esto es, ha exiliado completamente al bien del mundo y ha venido a ocupar su lagar absolutamente por la sencilla razón de que absorbió todas las formas del bien. De ahí que el mal esté por todas y en todas partes. Se ha impuesto como un principio a priori del mundo.

    • El mal es un principio minimizador del mal, no hay mal que por mal no venga. El mal, no es que se esconda, se realiza en la política, en la comunicación, en la ciencia, aún en aquellos lugares antes hostiles para el cómo las iglesias y las religiones. El mal se realiza en la fealdad de las personas que acomodadas económica y socialmente renuncian a dar limosna simplemente por no estar de acuerdo con otras formas de pensar; el mal está en el terrorismo, en el mercado y consumo que pone a circular cientos de mercancías mientras los recursos naturales se agotan cada vez más: el mal está en lo los discursos del bien en una sociedad en donde ya no existe ninguna posibilidad de diferenciar el mal, por ejemplo las guerras, enfrentado al mundo entero entre sí. ¿Y quién gana, acaso los buenos? ¡no, los malos! El mal es como pedir una pensión de miles de pesos cuando se es dueño de empresas y de consorcios.

    • Pareciera que lo que hay es un principio del mal. Denegación de los valores occidentales del progreso, de la racionalidad, de la moral política, de la moral democrática. Negación del consenso universal. Es como si la energía satánica se haya legitimado al reprobar al bien como un valor innoble que no conduce a nada al hombre, por ejemplo, en esta vida contemporánea de éxito inmediata, fama y honores. El mal ha exorcizado al bien. Es más, es el mal el que encarna al bien, pues el equilibrio de contrarios ya no es posible. En la conciencia de los hombres de la sociedad computacional e informacional no hay más que estrategias para realizar el mal. El influencer, el coaching, el político, un religioso, los intelectuales y los empresarios se disfrazan de benefactores de la sociedad cuando en verdad no hacen más que el mal.

    • Mira, por vez primera en tu vida, se la persona más mala y suscríbete al Canal del Oráculo del pensamiento y la expresión. Recuerda que el mal proyecta su sombra en círculos de fuego negro y tú no escapas a estos. El mal se ha convertido en un principio de fascinación, de trasparencia. No hay nada más eficaz y seductor que realizar, a plena luz del día y de forma más transparente posible el mal. Todos los días lo oímos como mentiras y calumnias en los noticieros y programas de debate, en las redes sociales como habladuría, es decir, lenguaje vacío, puro bla-bla-bla, desolación y mucho dolor de quien se exhibe en páginas y sitios webs, en las calles de la ciudad la violencia, los asaltos y la muerte es cosa de lo más natural, hay como una normalización del mal. A todo esto, lamentablemente adoptamos una actitud de paroxismo indiferente. Así que por los siglos de los siglos el mal. Todos somos demonios muy malos. 
    • https://youtu.be/VmW0-CEA5pA.

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